La Hermandad del Santo Sepulcro pertecenece a la
Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María
Santísima. La Cofradía se erige canónicamente en la Parroquia de Nuestra Señora
de Guadalupe de Baena, en la Diócesis de Córdoba, en honor del Dulce Nombre de
Jesús, alcanzado notoria expansión a mediados del Siglo XVI, a impulso del
Concilio de Trento.
La Orden de Predicadores de Santo Domingo funda esta Cofradía con anterioridad a
1569, en el antiguo Convento de Nuestra Señora de Guadalupe y Santo Domingo, que
fue construido por iniciativa de D. Pedro Fernández de Córdoba y Dña. Felipa
Enríquez, tras obtener en 1527 una bula de S.S. Clemente VII. Inicialmente esta
Cofradía fue creada para propagar la devoción al Dulce Nombre de Jesús, contando
entre sus miembros con hombres y mujeres, lo que indica el carácter no
pasionista que tenía en sus inicios.
Es esta una devoción de la Orden de Predicadores, preciosa herencia recibida de
Nuestro Padre Santo Domingo. Gregorio X, en el año 1274, confió a la mencionada
Orden en la persona del Maestro General Beato Juan de Vercelis la predicación de
la devoción que derrama dulzura sobre los corazones.
Es en diciembre de 1569 cuando aparece la primera referencia documental de la
existencia de la Cofradía a través del testamento de D. Diego Fernández,
panadero del Duque de Sessa, " ... en el día de mi enterramiento me lleven mi
cuerpo los hermanos de las cofradías del Rosario y de Nuestra Señora de la
Cabeza y la cofradía del Nombre de Jesús, y de Nuestra Señora de Albendín a
donde yo soy cofrade".
Al menos desde 1580, según consta en el Archivo General del Obispado de Córdoba,
la Cofradía se incorporó a la Semana Santa realizando sus primeras estaciones de
penitencia. Su advocación primitiva es el Dulce Nombre de Jesús, tal y como
consta en las Visitas Generales de 1592 y en el Archivo Histórico Municipal de
1593. En 1591 se adquieren las imágenes de San Juan y María Magdalena que, junto
a la de Nuestra Señora de la Soledad y el Cristo del Calvario en el sepulcro,
salen en procesión el Viernes Santo por la tarde. En el Siglo XVIII, la Cofradía
pasa a denominarse del Dulce Nombre de Jesús y Santo Cristo del Calvario, siendo
a partir de 1872 cuando adquiere su actual denominación: del Dulce Nombre de
Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima..
El libro de Cabildos e Inventarios de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y
Nuestra Señora de la Soledad de 1683, que es el documento más antiguo que se
conserva. Tanto este libro como la concordia firmada en 1722 con el Gremio de
Labradores del Santo Cristo del Calvario, ponen de manifiesto que desde tiempo
inmemorial el cortejo procesional del Viernes Santo por la tarde incluía un
Crucificado: el Santo Cristo del Calvario que, tras el sermón del
Descendimiento, era introducido en la urna del Santo Sepulcro. La procesión del
Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo iba encabezada por la Santa Cruz del
Cristo del Calvario que, siguiendo al estandarte de la Cofradía, era portada en
andas por cuatro cofrades con túnicas negras, y acompañada por hermanos del
gremio del Calvario con hachas de cera encendidas. Tras ella iba el Señor del
Calvario en el Sepulcro y las imágenes de la Magdalena, San Juan y Nuestra
Señora de la Soledad, participando tradicionalmente en ella las autoridades
municipales, judiciales y militares, y todo el clero de Baena con las cruces
Parroquiales.
La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús tiene por titular a un Niño Jesús
representado con la bola del mundo y atributos de la pasión. El inventario de
1684 incluye, entre otros bienes, un libro con ocho hojas de pergamino
encuadernado en tablas negras donde están escritas las constituciones de la
Cofradía, una capilla con su verja de hierro, un Cristo Crucificado (del
Calvario), un sepulcro dorado con su funda, y una imagen del Dulce Nombre que se
encontraba junto con dos ángeles, en la capilla del Calvario, delante de las
demás imágenes de la Cofradía. Así mismo los inventarios de la Cofradía incluyen
un estandarte de damasco negro con dos escudos, uno del Dulce Nombre de Jesús y
otro de Nuestra Señora de la Soledad, una barra del estandarte de los
labradores, el gallardete y el báculo del Hermano Mayor de la Cofradía, la
corona de plata y tres clavos del Cristo del Calvario que porta en sus manos
Nuestra Señora de la Soledad.
En 1706 se adquirieron en Granada imágenes nuevas que sustituyeron a las de la
etapa fundacional, salvo la del Cristo del Calvario que es la original. Según
consta en el inventario de 6 de Abril de 1722, la Cofradía tenía concedidas
indulgencias por Bulas de la Santa Sede Apostólica.
Hay constancia documental, desde el S. XIX, de la presencia de figuras bíblicas
en esta Cofradía, entre las que destacan los Sayones (antiguos soldados del
centurión) y Judíos, junto a Trompeteros, Evangelistas y Profetas. La actual
denominación de la Cofradía aparece por primera vez en el inicio del Libro de
Actas de 1872, el cual recoge acuerdos, algunos aún hoy vigentes, que
enriquecieron el régimen de funcionamiento y el protocolo (oficios del Jueves
Santo y procesión posterior), y por ende los usos y costumbres.
En 1922 la Cofradía, impulsada por la reorganización del 31 de enero de 1921 de
la Hermandad del Santo Sepulcro (heredera del Gremio de Labradores del
Santo Cristo del Calvario), vivió un nuevo resurgimiento dotándose de unos
nuevos estatutos. La reorganización llevada a cabo se hizo respetando su
centenaria tradición cofradiera y restaurando su "Protocolo y Ceremonial", como
rico legado de las generaciones baenenses que nos precedieron y a las que
mostramos admiración y respeto. En este contexto la Cofradía se dotó de un nuevo
símbolo: la Cruz del Santo Sepulcro, se reorganizaron Cuadrillas, constituyeron
Hermandades como la de Ntra Sra de la Soledad y San Juana instacncias de la
Hermandad del Santao Sepulcro, y se incorporaron las imágenes de Nuestra Señora
de las Angustias y la del Cristo de la Expiración o de la Sangre.
Desde 1922 y hasta nuestros dias, la Hermandad ha sido pilar básico y necesario
en la nueva estructura y funcionamiento de la Cofradia, aportando hasta la
actualidad todos los Hermanos Mayores de la misma.
La actual urna del Santo Sepulcro, en plata repujada, fue donada por su camarera
a la Hermandad en 1961. La antigua urna de 1925 se encuentra depositada en el
museo de la Tercia.